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ADRIANO Y LA CONSTRUCCIÓN DE GOBIERNO ITINERANTEa117

quedó sepultada por sus felices consecuencias, a las que llamamos el Siglo
de los Antoninos.
Para Tácito, el primer paso en el proceso de revelación de esos arcana
imperii tuvo lugar tras el fin de Nerón y la proclamación de Galba como em-
perador en Hispania. Entonces «se divulgó uno de los secretos del imperio:
era posible nombrar príncipe en otro lugar que en Roma» (evulgato imperii
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arcano posse principem alibi quam Romae fieri) . A pesar de la potencia li-
teraria de la fórmula, creo que en Tácito había una no pequeña dosis de exa-
geración. En verdad, habría que seguir atribuyendo a Sila el gran descubri-
miento político: para hacerse con el poder en Roma era necesario controlar
las provincias. Muchos fueron los discípulos que siguieron este principio.
César, Pompeyo, Antonio y Augusto supieron que así era, e hicieron suyo
abiertamente aquel arcano. Galba, al proclamarse emperador en Hispania, no
hizo sino continuar con esa tradición tardorepublicana. Después la seguirían
la mayoría de quienes aspiraron, y lograron, el poder imperial por la fuerza.
Los emperadores podían hacerse fuera de Roma.
Sin embargo, la proclamación de Galba como princeps en la provincia Ta-
rraconense fue acompañada de otro acto más confuso y problemático desde el
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punto de vista político e histórico . Es Suetonio quien da la noticia. Galba, al
ser aclamado emperador, se declaró legatus senatus ac populi Romani. Inme-
diatamente después procedió a un reclutamiento extraordinario para reforzar
sus unidades militares. A continuación, organizó una nueva institución:

At e primoribus prudentia atque aetate praestantibus velut instar senatus, ad
quos de maiore re quotiens opus esset referretur, instituit.

Instituyó también una especie de senado, integrado por los personajes más in-
fluyentes, que se distinguían por su prudencia y edad, para tener a quienes
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consultar, siempre que fuera preciso, sobre los asuntos más importantes .

Instar senatus; la organización de un senado alternativo, de una réplica
del senado en Hispania, era una medida aún más rompedora, desde el punto
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de vista legal e institucional, que el pronunciamiento militar en la provincia .
Era una medida ciertamente revolucionaria. Hay que remontarse a Sertorio
en Hispania, en el s. I a.C., para encontrar el primer ejemplo de este proce-
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der . Por primera vez, en aquel entonces, se negó la legitimidad de la insti-
tución romana, que fue suplantada por una alternativa ubicada en suelo pro-

6 Tac., Hist. 1.4.2.
7 WELLESLEY, 2000, p. 1-14.
8 Suet., Galba 10.2.
9 GABBA, 1960, p. 229.
10 App., BC 1.108. GABBA, 1954.